Mis certezas caen como lluvia
Y las veo humedeciendo la verdad
Que a veces es aceptada
Que a veces es rota
Por la indecencia de las acusaciones mentales
Que me genero yo mismo.
Mi verdad ya no existe,
Cae como mil gotas de mil nubes
Negras agonizantes,
Mi certeza cae en el abismo intransigente
Cruel y pisoteador de las dudas,
Mi verdad resbala en mi mejilla
En forma plateada y redonda
Agridulce a mis labios.
para escuchar el aire que sale de tu boca,
para estar atento a lo que dices,
para oír tus parpadeos que rosan mis labios.
Quiero que el sol se detenga sobre nosotros
y nos regale luz para ver brillar nuestros ojos.
Sería grandioso que los atardeceres fueran eternos,
sería un regalo saborear cada segundo en un beso.
Quiero que todo y todos guarden silencio
Para oír tus caricias sobre mi frente
Y saber que no eres tan ajena a mis deseos fugaces.
Quiero que todos guarden silencio menos tú.
Anhelo de igual forma que la tarde no se haga noche
así ofrecerte colores cálidos, anaranjados y rojizos
Para que coloren tu habitación de mágicos óleos,
para que nuestra respiración sea visible a contraluz.
